viernes, 26 de junio de 2015

Betanzos de los Caballeros y el Pasatiempo (ABC)

   Gracias a Juan Antonio Rodríguez Arnao por hacernos llegar este extenso artículo aparecido en una colección del diario ABC, la España Mágica. Espero que os guste y no dudéis en compartir cualquier documento que tengáis sobre el Pasatiempo, este blog está abierto a todo el mundo.



   Desconozco el año de publicación, el autor del texto y el de las fotografías, ya que estos datos no aparecen reflejados en el propio artículo. Comentar que, en general, el material está fusilado del libro "<<El Pasatiempo>> O capricho dun indiano", una cosa es usarlo un documento de fuente y otra coger frases y expresiones tal cual aparecen en el original. Dejaré alguna anotación corrigiendo ciertos errores, para diferenciarlas correctamente del texto original la letra tendrá color naranja.


BETANZOS DE LOS CABALLEROS Y EL PASATIEMPO

   A pesar de encontrarse bastante deteriorado, el famoso «Pasatiempo de Betanzos» permanece en esta localidad coruñesa como una enciclopedia viviente, acaso como un desafío y un recuerdo a los hermanos García Naveira, quienes invirtieran grandes fortunas en beneficio de la cultura. Pero, ¿cuál es el auténtico mensaje de este parque temático?
  Relieve que representa a un buzo descubriendo un tesoro.
   
Betanzos de los Caballeros, a 25 kilómetros de A Coruña, se eleva sobre el castro de Unta, rodeado  de campos, vides y plantas de lúpulo. Circundado por los ríos Mendo y Mandeo, que en esta zona parecen más bien rías, aún conserva las puertas de sus antiguas murallas. Ningún viajero conocedor de la historia del Pasatiempo se extrañará cuando, al llegar a Betanzos, y concretamente hasta la plaza de los hermanos García Naveira, encuentre la estatua de estos insignes personajes.


¿Quiénes eran los hermanos García Naveira?

   Juan María García Naveira nació en Betanzos e1 16 de mayo de 1849, en el seno de una modesta familia de labradores del barrio de la Ribera. Jesús era cuatro años más joven, y posteriormente vendrían Ricardo y Antonia, aunque estos últimos no serían relevantes para la historia de este extraño parque temático.
   En 1869 Juan emprende viaje a Argentina en busca de fortuna y posteriormente le seguiría su hermano Jesús. Al no haber tenido la posibilidad de estudiar, debieron realizar un gran esfuerzo por culturizarse y salir adelante, llegando a crear una empresa y una gran fortuna.
   Tras conseguir su objetivo, regresaron a Espada y se dedicaron a realizar numerosos viajes que quedarían luego reflejados en el Pasatiempo. Jesús se estableció en Madrid, mientras que Juan decidió hacerlo en su ciudad natal.
   Una vez allí, y ya con una gran fortuna, consideró oportuno dedicarla a la construcción de obras sociales. De su bolsillo nacerían, por ejemplo, el lavadero público de ”As Cascas” (1912), el refugio para niñas subnormales (1923), el sanatorio de San Miguel (1930), y el parque temático que nos ocupa, el Pasatiempo, que se convirtió en su auténtica pasión. (Estas obras no las realiza solo Juan, realizaré más adelante una entrada sobre las diferentes obras llevadas a cabo por los dos, ya sea en conjunto o por separado, mientras os recomiendo echar un vistazo a este blog del ayuntamiento de Betanzos IR AL BLOG)

A pesar de haber nacido en el seno de una familia humilde, los hermanos García Naveira crearon una enorme fortuna que le permitió realizar numerosas obras, las más ambiciosa de las cuales fue el Pasatiempo de Betanzos. (El Pasatiempo fue llevado a cabo por Juan, no por ambos hermanos)


¿Qué es el Pasatiempo?

   La mejor definición del Pasatiempo fue aportada por Luis Seoane, cuando calificó este lugar como ”Parque Enciclopédico”. Estas dos palabras nos explican las funciones principales que tuvo el parque:
1.- Ser un lugar dedicado al disfrute y recreo estético.
2.- Convertirse en una enciclopedia viviente, síntesis de otras culturas conocidas por don Juan en sus numerosos viajes por todo el mundo.
   El Pasatiempo fue concebido como un conjunto sintético donde se reflejaban las influencias culturales y estéticas asimiladas por don Juan García Naveira en su dilatada experiencia como viajero.

   El verdadero artífice del Pasatiempo fue don Juan. El parque llegó a cubrir una superficie de noventa mil metros cuadrados, en la que podían hallarse edificios, cuevas, esculturas y jardines. De éstos, ocho mil estaban ocupados por el Pasatiempo propiamente dicho y se distribuían en diferentes niveles aprovechando la inclinación de la cuenca fluvial. Estos niveles son a cual más extraño.
   Las obras fueron emprendidas entre 1893 y 1895 al regresar el mayor de los Naveira de América, y lo que es el conjunto fue creciendo y cobrando animación día a día. No escatimó en dinero ni en medios para llevarlo a cabo.
Estanque del Retiro, en el primer nivel del Pasatiempo.

   Pese a que casi todos reconocieron que el Pasatiempo era una gran obra en su conjunto, lo cierto es que don Juan fue considerado como un personaje de cierta excentricidad. Buena prueba de ello son estas líneas publicadas en La Gaceta de Obras Públicas, en el año 1908. En ellas se nos decía: "Como don Juan no sabe estar ocioso, compró un terreno que era erial y de charcas y con una perseverancia increíble, lo ha transformado en una posesión admirable y admirada por todo mundo, lo cual le tiene completamente obsesionado... y costará muchos miles de duros, pues don Juan García, cada vez más obsesionado" por lo que ha hecho y hace, no sabe dar paz a la mano y al bolsillo, y ha de hacer que el nombre de BETANZOS y de la ARGENTINA sean glorificados... ”.
   Puede decirse que el parque estuvo prácticamente terminado en 1914, a pesar de que don Juan siguió comprando terrenos y añadiendo elementos.

Estatua de la República en una de las terrazas del Pasatiempo.

El Pasatiempo de Betanzos ocupaba una superficie de ocho mil metros distribuidos en tres niveles diferentes. Con gran derroche de medios e imaginación, don Juan dispuso fuentes, estanques, relieves, estatuas y grutas artificiales.


Recorrido por el parque

   Lo cierto es que gracias al Pasatiempo, el nombre de Betanzos recobró la importancia que había tenido antaño, e incluso su visita era recomendada en muchas de las guías turísticas de la época. A este emplazamiento llegaban gentes de todos los lugares, especialmente en los meses de verano.
   Lo primero que veía el visitante al llegar era la taquilla, aunque el dinero recaudado se destinaba nuevamente a la beneficencia.
   Dos imponentes leones de mármol de carrara vigilaban la entrada. Estas esculturas eran reproducciones hechas por un artista italiano a partir de los originales que custodian el sepulcro del Papa Clemente XIII en El Vaticano. Esto era tan solo, como veremos, un pequeño ejemplo de lo que se encontraba en el parque como reflejo de los numerosos viajes de este enigmático hombre. Hoy, solo quedan los pedestales, pues los leones fueron llevados a otro lugar.
   El visitante podía contemplar un monumento de los hermanos García Naveira, también en mármol de carrara. Aparecen vestidos de la época. Don Juan abraza a su hermano Jesús, que parece señalar algo. Tienen como soporte una especie de mesita sobre la que están colocados dos libros. Esta estatua es importante porque refleja la filosofía de don Juan y nos enseña su amor por la cultura y la pedagogía (de los libros sólo de uno sabemos el contenido, nada que ver con la cultura, se trataba de un copiador, libro relacionado con el control de una empresa VER MÁS INFORMACIÓN). Hay que insistir en que don Juan perteneció a disciplinas secretas ya que el parque tiene mucho simbolismo de escuadras y compases en algunos de sus elementos.

Numerosos detalles del parque son entendidos por muchos como signos evidentes de la pertenencia de don Juan a la masonería. Lo que se sabe con seguridad es que su vida fue un auténtico ejercicio de filantropía y que tenía una verdadera vocación republicana. En la foto aparece parte de una inscripción que decía: a España Monárquica y sus 18 hijas republicanas».


Los Emperadores romanos y la casa de los espejos

   Alrededor de la estatua, había un jardín con un paseo llamado Avenida de los Emperadores, porque en él se agolpaban numerosos bustos, también de mármol, sobre pedestales de cemento, copias de los que don Juan vio en el Museo del Capitolio de Roma. De hecho, fueron importados de Italia para darle al parque el empaque que pretendía.
   Cerca de la taquilla, se podía acceder a la Casa de los Espejos, comparable a la que visitaron los hermanos García Naveira en Paris, en el año 1899. Esta daba un componente de diversión al parque, especialmente para los niños, que pasaban largas horas contemplando sus imágenes deformadas. En 1985 fueron derrumbados los últimos restos que se conservaban, y es que gran parte de todo lo que podía contemplarse en el Pasatiempo, por la dejadez, ha desaparecido, aunque ahora se está intentado su rehabilitación.
Husos horarios con los meridianos de las principales capitales del mundo.


La Fuente de las Cuatro Estaciones y el Estanque de los Papas

   La Avenida de los Emperadores venía a desembocar en una nueva zona del Pasatiempo mucho más amplia y con distinto carácter. En ella estaba la Fuente de las Cuatro Estaciones: un gran conjunto de cemento con planta octagonal. El nombre lo recibió por las cuatro figuras femeninas que posee y que son una clara alegoría a las estaciones en las que se divide el año. Se trata de una fiel copia de la fuente Louvois, ideada por el escultor Claman y que está situada en Paris.
   En esta zona del jardín el agua era la principal referencia, ya que, además de la Fuente de la Cuatro Estaciones, existía un estanque de considerable profundidad. Era conocido como el Estanque de los Papas, porque en la balaustrada que recorría su perímetro, don Juan mandó colocar una colección completa, en cemento, de todos los bustos de los Papas desde San Pedro hasta Pio X.
   Los bustos están inspirados en un grabado que don Juan compró en su visita a El Vaticano. En este caso, el creador del parque dispuso de un solo molde con el que configurar los doscientos sesenta y cinco bustos. Esto era algo de lo que se sentía muy orgulloso.
   El estanque en cuestión fue realizado entre los pontificados de León XIII y Pio X (1903-1914). Estaba presidido por una fuente con una estatua del Sagrado Corazón de Jesús. En el centro de las aguas se contemplaba una figura oriental que, para algunos visitantes, resultaba un tanto indecorosa porque, quizás, no estaba lo adecuadamente vestida para la época. 


La fuente de Neptuno el Parque Zoológico y el meteorito

   Continuando con el paseo por el parque se llegaba a la Fuente de Neptuno, llamada así porque en ella aparecían representados el dios Neptuno (regente del signo zodiacal de Piscis) y su amada Anfitrite, con la que no pudo desposarse sino tras una serie de largos avatares. Los dos aparecen sentados sobre una concha con los atributos propios de su rango.
   Muy cerca de esta fuente había otra dedicada a la industria y el progreso, representado éste último con una rueda dentada de la industria mecánica. Se cree que las dos fuentes, la de Neptuno y la del Progreso, también serían copias de otras, aunque no se tiene la certeza.
   Próximo a la Fuente de Neptuno, se encontraba el Parque Zoológico en el que había diferentes especies de animales desde peces, aves, lobos, ciervos, gamos, monos, hasta un yak siberiano que fue regalado por el Rey Alfonso XIII. Lamentablemente, el zoológico no duró demasiados años.
   Próximo al Parque Zoológico, se apreciaba un grupo escultórico llamado de La Caridad. Es un fiel desarrollo, realizado por un artista italiano, de un cuadro de Benito Crespi, "La Caridad Romana” del madrileño Museo del Prado. Sin embargo, lo que más sorprende de este grupo escultórico es la aparición de un elemento insólito, un meteorito. Sin duda, otra de las curiosidades del Pasatiempo. 
Detalle de una de las numerosas fuentes que adornaron el Pasatiempo. (Es la estatua de la Caridad, no se trata de ninguna fuente, gazapo de los autores)



El primer nivel

   El Pasatiempo constaba de varios niveles. Un verdadero laberinto si se quiere, pero atractivo para el visitante. Lo más interesante de este primer nivel era el Estanque de la Gruta, en él aguardaban al paseante muchas sorpresas.
   Las paredes de cemento estaban revestidas de conchas. Dicen que el brillo del nácar y el reflejo del agua acentuaban la sensación de encontrarse en un mundo irreal. Y no es de extrañar porque cuatro hipopótamos de cemento en altorrelieve eran los dueños y señores del estanque, dando la sensación de hallarse en medio de un río.
   Un camello descendía por una de las rampas para saciar su sed y más arriba veíamos un dromedario y una figura humana sentada en un banco dispuesta a darse un baño.
   En este primer nivel se encontraba también El Estanque del Retiro, en clara alusión al que se halla en el pulmón de Madrid, aunque con notables diferencias ya que las conchas, por las que don Juan sentía una especial predilección, eran las protagonistas. Las Ninfas (hadas acuáticas) estaban también presentes y, al observarlas con detenimiento, se podía apreciar que sus facciones recordaban sospechosamente a las de las hijas del creador del Pasatiempo. Tampoco faltaban un tritón y una sirena.


La Torre de Hércules, el Árbol de Guernica y las inscripciones de don Juan

   Desde luego, en el Pasatiempo se esconde toda una historia de la navegación. Parece que Don Juan era muy aficionado a los barcos, quizás desde su primer viaje hasta América, realizado en un barco de vela en una travesía de varios meses.
   El caso es que en el parque aparecen representadas canoas de indios, Carabelas y galeones, esculturas todas ellas basadas en las maquetas del Museo Naval de París. Entre dos de las embarcaciones aparecía también la Torre de Hércules que es, sin duda alguna, el símbolo más representativo de A Coruña y la imagen que él adoptó como logotipo de su empresa comercial.
También el mundo de las tinieblas quedó patente en el Pasatiempo. La boca del Hades era la entrada a las entrañas de la tierra.

   No lejos de allí ese encontraba una imagen del Árbol de Guernica y del Árbol de la Virgen que contemplara en Matariyé (Egipto), viaje que le marcó profundamente. Después de subir una escalera, el visitante podía apreciar una de las más famosas inscripciones del parque que tiene bastante que ver con la condición masónica de su creador. Una de ellas sentenciaba lo siguiente: 
"Ud. que le gusta viajar y que tiene conocimientos y una educación que se separa, elevándose de las de las clases elevadas de España, sacaría gran provecho y gusto visitando todo este país de Oriente...”.
   Más significativas resultaban las siguientes: "Patria", “Libertad”, "Igualdad", "Legalidad", flanqueadas solemnemente por dos estatuas de cemento representando, con figuras femeninas, a la Patria y a la República. U otra que decía lo siguiente: "España Monárquica y sus 18 hijas republicanas”.
   Las tendencias republicanas de don Juan estaban claras. Sin embargo, su relación personal con la monarquía no debía ser mala, puesto que, como ya se comentó, el propio Alfonso XIII le regaló un yak para el parque zoológico.
El Estanque del Retiro, en el primer nivel del Pasatiempo hacía alusión al de Madrid aunque con notables diferencias.


Santa Isabel de Hungría, la Boca del Infierno, las Catacumbas y la Gruta de la Recoleta

   La religiosidad del ideólogo del Pasatiempo aparece reflejada en varias de las obras, por ejemplo, en un relieve copia de un cuadro de Murillo que representa a Santa Isabel de Hungría sanando a los enfermos, o en un grupo escultórico de la Sentencia de Jesús: un conjunto de tamaño natural que sorprendía al visitante en lo alto de una escalera.



Tritones, ninfas, sirenas, conchas... son algunos de los detalles presentes en distintos puntos del Pasatiempo.

   Sin embargo, al mismo tiempo, lo extraño atraía también a don Juan, pues dentro del primer nivel mandó construir todo un laberinto repleto de cuevas, recovecos y pasadizos, que venían a significar las tinieblas. Se denominó como “La Boca del Infierno" e invitaba a introducirse en las mismas entrañas de la tierra. Otro de los pasadizos conducía hasta las Catacumbas, donde se incrustaron algunos sarcófagos de piedra en alusión a las tumbas medievales antropomórficas, ideadas con la intención de meter el miedo en el cuerpo. Estaban inspiradas en las catacumbas de Roma que don Juan visitó en uno de sus viajes.

Arriba, Gruta de la Recoleta, un espacio abovedado lleno de recovecos y pasadizos que evocaba a la «cueva de las apariciones de Lourdes». Abajo, Árbol Genealógico del Capital, una de las curiosidades del Pasatiempo y donde se recogían las siguientes consignas: Entendimiento, Voluntad, Carácter, Rectitud, Orden, Economía, Honor, Firmeza, Ahorro, Constancia, Orden y Previsión.

   Había también otra gruta llamada de la Recoleta, que consistía en un gran espacio abovedado, decorado con estalactitas y que evocaba con bastante exactitud la "cueva de las apariciones de Lourdes”. Estaba decorada con relieves de animales. Allí se veía una inscripción con la fecha del inicio de la construcción del parque (1893).


El segundo nivel

   Al segundo nivel estaba construido en una amplia terraza y se accedía por unas escaleras. Una vez allí, lo primero que se encontraba era el Árbol Genealógico del Capital, en donde, según la visión de don Juan, se recogían los pasos necesarios para conseguir una gran fortuna.
   Algunos de esos preceptos eran: voluntad, carácter, trabajo, deberes, orden, previsión, ahorro, honor... Sobre este relieve se emplazaba un grupo escultórico de Eros y Psique, una copia en cemento de la escultura original de Antonio Cánova, conservada en el Museo del Louvre.
No faltaban representaciones prehistóricas en el Pasatiempo de Betanzos. En la imagen aparece un Tiranosaurio elaborado con cemento rosa que se halla en la gruta del tercer nivel. (Se trata de un estegosaurio, gracias por el apunte a Guzmán García)

   Otro de los relieves que destacan en este segundo nivel es el del viaje a Egipto, país con el que parecía tener una cierta fijación; al menos debió impresionarle sobremanera dentro de la gran cantidad de viajes que hizo. De allí se llevó muchas postales que luego mandó imprimir para sus allegados.
   Un detalle curioso es que dentro del grabado incluyó un biplano de cemento: el primero que se pudo ver en toda Galicia. El espíritu de progreso se notaba en muchas de sus decisiones con relación al Pasatiempo.


Gizeh, la Muralla China y el Canal de Panamá

   En algunas de las representaciones alusivas a Egipto, se observan las pirámides de Gizeh y al propio don Juan junto a la gran obra faraónica. Pero también se veían otras obras de relevancia histórica tales como la Gran Muralla China o el Canal de Panamá.
   En este último caso, un gigantesco mapa en relieve da cuenta de la inauguración oficial del canal que tuvo lugar el 15 de agosto de 1914, y que fue vivida como un hecho histórico.
Las estalactitas de cemento constituían uno de los aspectos más atractivos de las grutas artificiales.



El tercer nivel

   La única entrada desde abajo que existía para llegar al tercer nivel era un pesado pórtico de piedra... Al pasar por aquí, la sorpresa del caminante se hacía palpable al comprobar que estaba debajo de una gran gruta artificial con estalactitas de cemento.
   Algunas partes de este tercer nivel tenían influencias gaudinianas, pues quedó el creador del parque muy impresionado por la obra de este genial artista.
   Dentro de las cuevas, se hallaban representaciones de animales prehistóricos como la del tiranosaurio, una copia coloreada en cemento extraída de las postales que compró don Juan en el Museo de Cataluña.
Don Juan hizo colocar un gigantesco león sobre una terraza del parque. Desde su majestuosa posición, la figura dominaba todo el conjunto.


   Sobre la terraza, vigilante y al acecho, el creador hizo colocar un gigantesco león, que dominaba todo el conjunto y que podía verse en la lejanía, incluso fuera del parque. Su intención en este caso era convencer a los incrédulos, quienes argumentaban que un león de semejantes características haría que la estructura se viniese abajo. Lo que muchos no sabían era que el león de cemento armado estaba hueco. Esto no impedía que la figura siguiera imponiendo dadas sus proporciones.
   Todavía construyó un cuarto y hasta un quinto nivel, aunque estos resultan menos interesantes. Lo más destacable del cuarto nivel eran dos estatuas, una con un traje gallego y la otra una clara alegoría a la figura de la justicia.
   En el quinto, don Juan se colocó de nuevo a sí mismo. En esta ocasión sentado, con zapatillas y jugando con su nieto. La imagen que se quería transmitir con ello era la de una familia feliz.


Don Juan, el mayor de los Naveira fue el verdadero artífice del Pasatiempo, pero, a pesar de su generoso esfuerzo, fue visto muchos como un verdadero excéntrico. En la foto, estatua de los hermanos García Naveira en la plaza de Betanzos que lleva su nombre.



Independientemente de que la idea de la creación del Pasatiempo fuera una obsesión particular de don Juan, lo cierto es que se convirtió también en una ayuda para la comunidad de trabajadores de Betanzos.

  • No podemos olvidar que en aquel lugar llegaron a trabajar hasta doscientos obreros al mando del capataz F. Murias; tampoco, que los beneficios obtenidos, tanto con la venta de las entradas como con la de las postales, iban destinados a los asilos y las obras sociales creadas por los hermanos García Naveira. Esto, sin mencionar el hecho de que el parque enciclopédico informó a muchas personas, que no tenían ni los medios ni la oportunidad de viajar, a conocer otras culturas y parajes alejados de su mundo. Además de todo ello, algunos estudiosos han querido ver símbolos iniciáticos en el Pasatiempo.
  • Se sabe positivamente que don Juan pertenecía a la masonería. Así quedó reflejado en un artículo de la revista del Centro de Betanzos en Buenos Aires, publicado en agosto de 1962, en el que se comentaba lo siguiente: “Don Juan García Naveira era un hombre democrático por excelencia, muy republicano y, según tengo entendido pertenecía o había pertenecido a la Masonería como francmasón; y según la norma masónica de ayudar al necesitado sin que el beneficiado diese cuenta de la procedencia de la dádiva... ”.
  • Es más, las premisas LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNlDAD aparecen reflejadas, como ya se ha visto, en una de las inscripciones del parque. La masonería siempre estuvo, por otra parte, ligada a todas las obras filantrópicas de los hermanos García Naveira, que hicieron de su vida un ejercicio de beneficencia y filantropía.
  • La misma idea de la creación del parque parece orientada por las cofradías medievales de canteros y constructores. En este caso, quiso hacer lo mismo, dirigiendo la propia obra.
  • Es posible que los detractores de don Juan puedan argumentar que el Pasatiempo fue un ejercicio de egocentrismo, al situar par todas partes referencias a si mismo, a su hermano y demás familiares. Es cierto, aunque la obra de conjunto resultó ser, a la larga, más positiva que negativa para la comunidad de Betanzos.

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