Para comprender bien lo que aquí analizaré es recomendable ver las entradas del blog en donde presento unos mapas del parque, así como el resto de entradas en que he ido desgranando cada rincón del mismo.
Al lado de la Fuente de Cupido tenemos uno de esos rincones que Don Juan no quería desaprovechar. No cabe duda de que una especie de horror vacui, miedo al vacío, le llevó a recargar todo con esas decoraciones, mensajes, alusiones... tan de su gusto.
Rodeando a la Fuente de Cupido tenemos tres elementos a destacar. El hueco generado por una rampa de escalera sirvió a Don Juan para crear un acogedor rincón. Siguiendo la línea marcada por la rampa y la barandilla, tenemos una representación a uno de los medios de transportes novedosos en la época, el funicular. Por último tenemos al rey de esta zona, el Buzo.
Rodeando a la Fuente de Cupido tenemos tres elementos a destacar. El hueco generado por una rampa de escalera sirvió a Don Juan para crear un acogedor rincón. Siguiendo la línea marcada por la rampa y la barandilla, tenemos una representación a uno de los medios de transportes novedosos en la época, el funicular. Por último tenemos al rey de esta zona, el Buzo.
(Parte 26) Buzo y Funicular.
Finalmente tenemos en la parte alta, y en muy mal estado de conservación, el vagón del funicular. Distinguimos restos de cuerpos, la plataforma escalonada, la estructura vertical que soportaba la cubierta y restos de la misma. Con la siguiente foto lograremos identificar mejor lo que intenté explicar en este párrafo.
Todo el conjunto usa un extraño sistema de representación. La estación se nos muestra en alzado, como si la viéramos de frente, vaya. Vemos en planta las vías, como si las mirásemos desde el cielo. Por último vemos en perspectiva el vagón, imitando en cierto modo a un trampantojo.
Don Juan jugó a menudo con el público del parque, y es que eran tiempos propicios para asombrar, para innovar. Era la época del nacimiento del cine y, al igual que estaba haciendo en el séptimo arte Méliès, Don Juan quiso hacer creer al visitante una serie de mentiras. Trasladó ciertos trucos de ilusionismo a su medio, si el francés era uno de los primeros cineastas, Naveira materializó esas fantasías a través de la construcción, la faceta que desarrolló para gestar a su jardín.
Este concepto se repetirá en próximas entradas, incluso tendrá una entrada propia para comentar en conjunto todas las ficciones que planteó en el Pasatiempo. Pero centrémonos, recordemos que esta zona alta del parque vivió un importante cambio. El terreno sufrió un importante movimiento de tierras, se llevó a cabo un gran desmonte, se moldearon de un modo artificial las cuevas que lo surcan y se modeló la topografía hasta alcanzar la forma diseñada por Don Juan. En este punto es cuando un comprende que todo lo dispuesto en el parque es lo que es por decisión del mayor de los Naveira. Pues bien, el punto más alto del Funicular, final del recorrido, muerte de las vías, coinciden, que curioso, con una roca, con un afloramiento de granito. Quien lo vea podría imaginar que la obra en hormigón se adaptó a ella. Nada más lejos de la realidad, se trata de un truco de prestidigitador, una simulada cumbre de la montaña que debía de comunicar el Funicular. La imaginación y espíritu travieso que tuvo que poseer Juan quedan fuera de toda duda con este y otros detalles. Sobre ella vemos los restos de una pieza de hormigón con unas extrañas formas, por desgracia no podemos conjeturar nada, ya que apenas se distinguen unas caprichosas formas onduladas dibujadas en el hormigón.
Aclarar una duda común, no es lo mismo un funicular que un teleférico, el primero, como vimos, se desplaza sobre raíles, el segundo pende de cables.
1 - Rincón de descanso
Se trata, en resumen, de un hueco ocupado por un banco que a modo de zócalo ocupa el fondo del mismo. Su techo cae en curva acompañando al plano de la escalera. Tan sólo interrumpe la sencillez del diseño una repisa. Actualmente está ocupada por uno de esos jarrones que podemos ver también en la cercana barandilla. ¿Quién sabe qué habría originalmente?, estas ausencias y huecos del parque son quizá lo más atractivo de la huerta de Don Juan. Si las certezas nos dan conocimiento, las incógnitas nos dan alas para imaginar y ganas de seguir investigando, me gusta la combinación de ambas.
La rampa de escalera que conecta las Horas del Mundo con el Estanque de Salomón acoge bajo ella un rincón coqueto. Escogido por el genial fotógrafo ferrolano, Vari Caramés, para formar parte de su proyecto Pasatiempo, se trata de un sencillo y encantador lugar. Habitual refugio cuando la luvia hace acto de presencia es uno de los numerosísimos bancos donde podemos hacer un alto en el camino.
Se trata, en resumen, de un hueco ocupado por un banco que a modo de zócalo ocupa el fondo del mismo. Su techo cae en curva acompañando al plano de la escalera. Tan sólo interrumpe la sencillez del diseño una repisa. Actualmente está ocupada por uno de esos jarrones que podemos ver también en la cercana barandilla. ¿Quién sabe qué habría originalmente?, estas ausencias y huecos del parque son quizá lo más atractivo de la huerta de Don Juan. Si las certezas nos dan conocimiento, las incógnitas nos dan alas para imaginar y ganas de seguir investigando, me gusta la combinación de ambas.
2 - Funicular
Como en otros lugares del parque, las alusiones que Don Juan quiso hacer a los avances tecnológicos son constantes. El siglo XIX vivió importantes progresos que fueron acogidos con los brazos abiertos por una sociedad que estaba despertando y descubriendo la modernidad. El Funicular es, en esta ocasión, el guiño a ese movimientos, ese avance, esa tecnología que prometía la llegada de tiempos mejores.
Como en otros lugares del parque, las alusiones que Don Juan quiso hacer a los avances tecnológicos son constantes. El siglo XIX vivió importantes progresos que fueron acogidos con los brazos abiertos por una sociedad que estaba despertando y descubriendo la modernidad. El Funicular es, en esta ocasión, el guiño a ese movimientos, ese avance, esa tecnología que prometía la llegada de tiempos mejores.
Pero, ¿qué era un funicular? El diccionario de la RAE nos dice lo siguiente:
Del lat. funicŭlus 'cuerda'.
1. adj. Dicho de un vehículo o de un artefacto: De tracción realizada mediante una cuerda, cable o cadena.
En resumen podríamos decir que se trataba de una especie de ferrocarril empleado para salvar grandes pendientes. Se mueve sobre raíles y consta con una o dos cabinas conectadas por un cable, aprovechando el movimiento descendente de una cabina para elevar a la otra. En 1862, y accionado por una máquina de vapor, arranca el primer funicular en la ciudad francesa de Lyon. El final del siglo XIX y los comienzos del XX, verían prosperar al Funicular, coincidiendo con la etapa de esplendor del Pasatiempo. El Elevador do Bom Jesus, en 1882, sería uno de los primeros funiculares, en una futura entrada analizaremos las semejanzas existentes entre el Santuario de Bom Jesus do Monte (Braga) y el Pasatiempo.
Actualmente tan sólo vemos restos del relieve. Se conserva en gran medida la parte baja. Se distingue un alzado de un edificio de dos plantas formado por tres cuerpos. En el de en medio se lee perfectamente:" ESTACION DE FUNICULAR". Se conserva perfectamente todo el recorrido de la vía con sus raíles y sus traviesas.
Fuente: lugaresdenieve.com
Todo el conjunto usa un extraño sistema de representación. La estación se nos muestra en alzado, como si la viéramos de frente, vaya. Vemos en planta las vías, como si las mirásemos desde el cielo. Por último vemos en perspectiva el vagón, imitando en cierto modo a un trampantojo.
Don Juan jugó a menudo con el público del parque, y es que eran tiempos propicios para asombrar, para innovar. Era la época del nacimiento del cine y, al igual que estaba haciendo en el séptimo arte Méliès, Don Juan quiso hacer creer al visitante una serie de mentiras. Trasladó ciertos trucos de ilusionismo a su medio, si el francés era uno de los primeros cineastas, Naveira materializó esas fantasías a través de la construcción, la faceta que desarrolló para gestar a su jardín.
Este concepto se repetirá en próximas entradas, incluso tendrá una entrada propia para comentar en conjunto todas las ficciones que planteó en el Pasatiempo. Pero centrémonos, recordemos que esta zona alta del parque vivió un importante cambio. El terreno sufrió un importante movimiento de tierras, se llevó a cabo un gran desmonte, se moldearon de un modo artificial las cuevas que lo surcan y se modeló la topografía hasta alcanzar la forma diseñada por Don Juan. En este punto es cuando un comprende que todo lo dispuesto en el parque es lo que es por decisión del mayor de los Naveira. Pues bien, el punto más alto del Funicular, final del recorrido, muerte de las vías, coinciden, que curioso, con una roca, con un afloramiento de granito. Quien lo vea podría imaginar que la obra en hormigón se adaptó a ella. Nada más lejos de la realidad, se trata de un truco de prestidigitador, una simulada cumbre de la montaña que debía de comunicar el Funicular. La imaginación y espíritu travieso que tuvo que poseer Juan quedan fuera de toda duda con este y otros detalles. Sobre ella vemos los restos de una pieza de hormigón con unas extrañas formas, por desgracia no podemos conjeturar nada, ya que apenas se distinguen unas caprichosas formas onduladas dibujadas en el hormigón.
Aclarar una duda común, no es lo mismo un funicular que un teleférico, el primero, como vimos, se desplaza sobre raíles, el segundo pende de cables.
3 - El relieve del Buzo, los tesoros y peligros del mar
Llegamos al último y más célebre elemento de los que ocupan este muro y el cierre lateral de las escaleras. Parece clara su finalidad didáctica, pretende mostrar cómo es el fondo marino, cómo un buzo puede bajar a las profundidades con un sistema auxiliar de respiración, novedoso en la época, y las maravillas que podría encontrarse allí, cofre del tesoro, peces, marisco incluso. Las famosas conchas del Pasatiempo tendrán por primera vez una función figurativa, representando lo que en realidad son, y no formando parte de los motivos geométricos que llenan todo el parque.
Traje de buzo de 1837, podría considerarse el primer traje de buzo con conceptos modernos que aún se sigue usando. Sería bastante parecido, que no igual, al representado en el Pasatiempo.
Fuente: blogs.lainformacion.com
Para terminar os dejo algunos fragmentos de fotografías y postales antiguos para que veáis algo mejor cual era el aspecto original de este rincón del parque. Apenas se distinguen los elementos descritos anteriormente, pero algo de lo desaparecido siempre se aprecia, por ejemplo, el tejadillo del vagón del funicular se aprecia perfectamente.
Fragmentos de postales y fotografías de la época del Pasatiempo.
(Fuente: Archivo de Betanzos)
En esta fotografía se ve claramente al buzo y la herramienta con que intenta abrir el cofre, se ve que para acometer la rehabilitación no investigaron lo suficiente y tiraron de inventiva. Mirad las fotos anteriores y ver como el buzo que surgió tras la rehabilitación guarda ciertas notables diferencias respecto a su estado original.
(C) Arenas/89. Panel del buzo.
Fuente: Álbum personal de Juan Antonio Rodríguez Arnao
Fotografía del estado previo a la rehabilitación.
Fotografía del estado del Buzo anterior a la rehabilitación pero sin la maleza que se apreciaba en las anteriores fotografías.
(Fuente: Archivo de Betanzos)
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