sábado, 27 de abril de 2019

UNA OPORTUNIDAD PARA EL PASATIEMPO (Fernando Carrera Ramírez)

   Acompañado por hermanos y sobrinos, el pasado día 3 de enero del recién estrenado 2018 visité el Parque del Pasatiempo en Betanzos. La visita guiada por Josiño Souto Santé nos pareció a todos una experiencia extraordinaria, un gran placer que agradezco públicamente aquí. Conocíamos el Pasatempo hace largo tiempo, y siempre nos pareció un patrimonio magnífico, difícil de clasificar pero inmenso. La explicación de Josiño, la transmisión de su conocimiento sobre el significado del Parque enriquece enormemente nuestra percepción de ese conjunto patrimonial.

   Ese relato no es casual sino producto un largo trabajo de investigación, en cooperación con otros  colegas de la Asociación de Amigos del Parque del Pasatiempo. Con todo ello y como mínimo han logrado mejorar la comprensión de un patrimonio de significados múltiples, ocasionalmente escondidos. Y con todo ello, enriquecer una narración que deberá ser transmitida a un público que quedará, como nosotros, abrumado por la riqueza de este jardín histórico.

   Como dijimos, el Pasatiempo nos parece un patrimonio complejo, algo difícil de encajar en las categorías convencionales, aquello que entendemos como “monumento” o “arte”. Pues bien, dejemos claro que es un magnífico monumento, es arte y estética pero también un área de esparcimiento y un parque de intenciones didácticas. Más allá de su soporte material, lo que más nos atrae es el potencial de su legado inmaterial: una magnífica lección de historia contemporánea de Betanzos y Galicia, de España y América; una exposición de ideologías y valores, de creencias y ritos, de vidas y personas extraordinarias. En la historia que se nos cuenta hay un cúmulo de historias personales en las que nos sentimos parcialmente reflejados (también a través de la memoria de nuestros predecesores): hay emigrantes e “indianos”, hay pobres y ricos, hay políticos y masones, hay tanta diversidad como la vida misma.

   ¿Qué es lo que la ley reconoce como Bien de Interés Cultural (BIC)?, ¿no es exactamente eso? Pese a todo ello, el Parque no ha merecido de momento la calificación de BIC. Y esa pequeña acción administrativa nos parece esencial, por sus efectos jurídicos pero también simbólicos.

   Y entendemos como importante dicho reconocimiento por que exigiría la redacción de figuras de gestión exigentes y una tutela administrativa real, que evitase decisiones incomprensibles. La actuación que se está promoviendo en la actualidad es la reparación de la pasarela metálica que accede al Parque, de reciente construcción y negativo impacto. Y mientras tanto, se agota el tiempo para buena parte del conjunto, que amenaza colapso en algunos de sus elementos más singulares.

   La segunda parte de este escrito debe abordar el análisis del estado de preservación del monumento, amenazado por el paso del tiempo y la falta de un mantenimiento efectivo. La impresión global que tenemos es la de un patrimonio olvidado, con problemas graves que amenazan no sólo la preservación material sino asimismo al público que lo visita. En un análisis más técnico, es posible adivinar actuaciones de restauración ineficaces y ocasionalmente imprudentes. Y desde luego, realizadas con criterios de intervención obsoletos.

   En el fondo y una vez más, el Pasatiempo refleja la incapacidad política para reconocer adecuadamente los valores del patrimonio cultural, lleno de potencialidades intangibles (historia, arte, orgullo) pero también otras perfectamente materiales (valor económico y turístico). El papel de la administración, de la política, no es otro que facilitar la preservación y a través de ella el aprecio ciudadano de un patrimonio de propiedad comunitaria. El ocultamiento o el abandono, sea por ignorancia o por intereses espurios, debe ser denunciado y combatido.

   Esta tribuna pretende esa denuncia, o mejor y más modestamente, acompañar a la emprendida por otros. Como vamos viendo con mayor frecuencia en los últimos tiempos, la sociedad civil se organiza para proteger su patrimonio cultural; personas o grupos que frente a la desidia actúan a partir de una ilusión compartida: ver nuestro patrimonio cultural aprehendido y disfrutado por la ciudadanía. Sabiamente explotado, socialmente útil. Para fortuna del Pasatiempo, hay personas que llevan tiempo llamando la atención sobre su estado, estudiando y redescubriendo sus diversos lenguajes, su narración compleja; creando un relato que pueda ser transmitido al público.

   Los técnicos queremos sumarnos a ellos, no sólo admirar su tesón sino apoyar activamente, ayudar a transmitir la urgencia de la situación y sugerir acciones posibles, antes del colapso. Insistir a los políticos en la necesidad de intervenir con sabiduría y respeto, con criterios distintos a los que han dominado algunas de las acciones ejecutadas hasta ahora.

   Seguidlos y apoyadlos, son desinteresados y sabios, son ya parte de la historia del Pasatiempo, parte de su valor. Evitemos un nuevo ejemplo en el catálogo de pérdidas de nuestra historia colectiva.




Fernando Carrera Ramírez, conservador restaurador.
Profesor de la Escola Superior de Conservación Restauración de Bienes Culturales de Galicia
Presidente de la Asociación de Conservadores Restauradores de España


Referencias de interés:

No hay comentarios:

Publicar un comentario