jueves, 14 de marzo de 2024

Una esfinge, Napoleón, aborregamiento, vandalismo y turismofobia

LA ESFINGE Y NAPOLEÓN

Jean-Léon Gérôme pinta en 1867 este famoso cuadro, Bonaparte ante la Esfinge.



Este señor del bigotón, look muy siglo XIX, es Jean-Léon Gérôme (Vesoul, 11 de mayo de 1824-París, 10 de enero de 1904).

Recordemos que este artista era, según algunas fuentes, el pintor favorito de Juan García Naveira, es decir, del padre del Pasatiempo, es decir, el señor del bigotón y bombín situado a lomos de un dromedario en la foto situada bajo estas palabras.


Observemos ahora qué dos obras de Jean-Léon Gérôme podrían haber tenido su reflejo en el parque. Con una no hay duda, La última oración de los mártires cristianos de 1883, que obviamente fue adaptada para dar forma a uno de los relieves cuyo carácter moralizador nadie pone en duda. El segundo ya podría ser más cuestionable. Apuntar que es mentira que en el circo de Roma se quemaran cristianos, se baraja que Nerón los hacía arder en sus jardines para iluminarlos de noche, es decir, era un placer privado que se daba ese monstruo egocéntrico.


Las dos majestades (1867-1868) es el otro cuadro que podría haber inspirado a Juan, en este caso para dar forma al León Colosal. Pensemos que ambas imágenes muestran al gran felino viendo cómo se pone el sol. El parecido es más que claro a mi entender.
Permitid que comparta el estudio previo de este cuadro, a mí me parece una imagen más bella y poderosa, si cabe, que el propio cuadro.

Volvamos al célebre y mezquino Napoleón, sus campañas en Egipto comenzaron en 1789 y acabaron en 1801, aproximadamente un siglo antes del arranque de las obras del Pasatiempo y algo más de medio siglo antes de que lo inmortalizara Gérôme en el cuadro que vimos antes. La campaña egipcia fue un movimiento bélico e imperialista maquillado con un gran despliegue de científicos, fruto quizá de los nuevos aires que traía la ilustración. Napoleón, además de visitar la Gran Esfinge de Guiza, pasa una noche dentro de la gran pirámide de Keops (Cheopes), sí, la que aparece en el Pasatiempo.


Sin fotógrafos que reflejaran el momento, la primera fotografía permanente llegaría en 1826, cinco años después de la muerte del maniático ambicioso, Bonaparte se tendría que consolar con cuadros o grabados.

Grabados como éste que sí se realizó durante las expediciones científicas, es de 1789 y nos muestra la Gran Esfinge semi oculta por la arena, no sería hasta el siglo XIX que se desenterraría. Napoleón, pobre, dominó casi toda Europa, gran parte de América y otros territorios por todo el mundo y no pudo tener sus fotitos con las piedras egipcias. ¡Ay, el postureo!, con lo feliz que son los ególatras con sus cuentas de instagram llenas de fotos de sí mismos en sitios de moda y molones.

LA FOTOGRAFÍA


La foto tendría desde muy pronto el valor propagandístico y publicitario que antes podrían haber tenido los cuadros, sin Photoshop a la vista tendrían una pegada mayor por el marchamo de realidad que conseguían transmitir. Los medios de comunicación irían mejorando ayudando a propagar más fácilmente esas imágenes. Es decir, ayudarían a manipular mejor.

Pensemos en esta imagen, una de las más icónicas fotografías de la historia, en ella vemos a otro pirado, En el centro Adolf Hitler, otra gran figura en lo que a generar dolor y muerte ha dado nuestra vieja y civilizada Europa. Este pájaro sentía una enorme fascinación por Paris, quería hacer de Berlín una ciudad aún más bella y no pudo evitar ir rápidamente a su admirada ciudad, recientemente invadida por el ejército alemán, preso del miedo a que pudieran atentar contra él decidió hacer una visita fugaz. Como no pudo subir a la Torre Eiffel, antes de la ocupación alemana los franceses cortaron los cables del ascensor, se toma esta foto con Albert Speer, y Arno Breker en el Trocadero, ambos arquitectos (el segundo además fue un famoso escultor) formaron parte de ese importante grupo de artistas que fueron piezas clave del enfermizo plan del maldito genocida del bigotito.

Pero, ¿qué le pasaba a Hitler o a cualquiera de nosotros para querer sacarse estas fotos? Pues el postureo, de nuevo el aparentar, el emplear para tu beneficio el poder de la imagen. Podríamos imaginar a Napoleón o Hitler, con numerosos crímenes a sus espaldas, fanfarronear con sus cuadros, grabados o fotos diciendo que viajar te abre la mente, te hace conocer culturas y blablabla, palabrería que todos conocemos e incluso alguno usaréis. Qué felices habrían sido estos dos con un buen tiktok lleno de likes o unos buenos stories de Instagram petándolo. Sí, me imagino más de twiter a Churchill.

EL TURISMO


En el libro "Memorias de un viaje improvisado" de Rogelio Borondo (1900) podemos ver, a través del aburrido relato del amigo de Juan y Jesús García Naveira, cómo podría ser la parte más políticamente correcta de uno de aquellos viajes de burgueses que habrían tomado el relevo del Grand Tour, aquella "costumbre extendida entre el siglo XVII y comienzos del siglo XIX que consistía en un viaje a través de Europa, con Italia como destino clave, emprendido por jóvenes europeos de clase alta de suficientes medios y rango (habitualmente acompañados por un tutor o un miembro de la familia), cuando habían alcanzado la mayoría de edad (alrededor de 21 años)". Juan, Jesús y Rogelio tenían en 1899, año del viaje, 50, 46 y 35 años respectivamente, ya no encajaban, pues, en el perfil de esos jóvenes burgueses y/o nobles, tampoco el año entra dentro del marco que recogía esta especie de viaje iniciático, pero el destino, Italia, y el tono del viaje, sí podrían recordarnos a aquél.
Sí que estamos ante los primeros pasos de un turismo que "como tal, nace en el siglo XIX, como una consecuencia de la Revolución industrial, con desplazamientos cuya intención principal es el ocio, descanso, cultura, salud, negocios o relaciones familiares. Estos movimientos se diferencian por su finalidad de otros tipos de viajes motivados por guerras, movimientos migratorios, conquista, comercio, entre otros. No obstante el turismo no tiene antecedentes históricos claros". Lo que sí podría hacernos volver a pensar en el Grand Tour es el más que posible origen de las palabras turistas y turismo tomados de esa expresión francesa que significaría gran gira, gran viaje.

"Los viajes de placer tuvieron sus inicios en los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX. Grandes cambios en la sociedad, en los estilos de vida, en la industria y la tecnología alteraban la morfología de la comunidad. Hay en la historia momentos de cambios excepcionales y de enorme expansión.
El siglo XIX fue testigo de una gran expansión económica, seguida de una revolución industrial y científica incluso mayor en la segunda mitad del siglo XX. El turismo fue uno de los principales beneficiarios, para llegar a ser a finales del siglo XX, la mayor industria del mundo. Con la Revolución industrial se consolida la burguesía que volverá a disponer de recursos económicos y tiempo libre para viajar."

Estamos pues ante una distracción claramente burguesa, los vehículos y autocares, construidos en masa tras la primera guerra mundial, llenan de turistas las playas y ríos de Europa, el turismo de Costa, comienza la lenta muerte de Sanxenxos y Benidorms. Anteriormente el transporte corría a cargo de navieras que ofrecían un turismo muy exótico y aventurero.
Última foto sacada al Titanic en 1912

Tras la Gran Depresión de 1929 los aviones retoman su papel cada vez más importante para facilitar grandes desplazamientos, a partir de 1932 irán teniendo cada vez más protagonismo. A día de hoy los viajes en avión son una opción habitual para los privilegiados que se lo pueden permitir, porque recordemos, el turismo no alcanza a toda la población, es una experiencia inalcanzable para gran parte de la humanidad, no perdamos esto de vista. No normalicemos nuestros privilegios.

Supervivientes del accidente de avión de los Andes en 1972

Para hablar de la vertiente contaminante de este sector productivo traeré aquí análisis de gente que sabe.
"El turismo ha demostrado la plasticidad de los medios de transporte en la era del petróleo y su incursión hacia todos los lugares de la tierra, extendiendo como una mancha de aceite algunas externalidades negativas. Externalidades como la falta de respeto a las culturas locales, el abuso de los recursos naturales para actividades triviales, inversiones que no producen un equilibrio económico entre sectores productivos o la inestabilidad laboral de los trabajadores que ocupa. Nos enmarca la cara más racista de la globalización, la extensión de un urbanismo de rodillas a la especulación, la pérdida de biodiversidad y tierras fértiles, sin olvidar las emisiones del necesario transporte." ecologistasenaccion.org

Pensemos en el caso del Everest y lloremos, gente que ama la naturaleza y la aventura, pero que degradan la naturaleza y viven la aventura de destrozar uno de los lugares más icónicos del planeta.

¿Fans de un grupo sobrevalorado acampados esperando  que arranque el "festi" de turno?
No, gente vestida de Decathlon.

¿Nuestras playas tras la celebración del San Juan?
No, los resto de la inmundicia con patas que quiere vivir una experiencia única.

El turismo es una actividad que puede y debe ayudar a conectar el mundo, no a empeorarlo, a unir pueblos, gentes, culturas, no a hacer un neoimperialismo vendido como lo más cool del momento y edulcorando su parte negativa. Conocer de cerca un retablo en una iglesia de Milán debería de ser tan factible como poder leer las obras de Cervantes, pero no podemos pretender que sea igual de accesible al mismo número de personas por una cuestión de sostenibilidad.

LAS POSTALES

Con la fotografía nacería la postal, esa foto en cuyo reverso escribía unas palabras a la tía Amelia el menor de la familia con un texto que era tan naïf como tirabuzonesca la letra.

De mano de estos cartones volvamos al viaje de la familia García Iribarne a Egipto, tenemos la suerte de haber podido digitalizar las postales que Juan y María se trajeron de la tierra de los faraones.

Si antes decía que en la foto del maldito Hitler no existía el Photoshop, perdonad, pero mentía, los trucos siempre han acompañado a la fotografía, seguramente ocurriese lo mismo que en el cine, donde el gran Georges Méliès llevó el ilusionismo de los teatros a los cines, cuando éste aún daba sus primeros pasos, la mentira ya había dejado atrás al realismo soso de los Lumière, nadie quiere ver salir de la fábrica a los obreros, queremos que estos trabajen para nosotros, hagan las camas de nuestros hoteles o se dejen ver poco en nuestros cruceros. En los años 10 estaba de moda situar esas primeras avionetas surcando los cielos, ojo a los dos primeros aeroplanos, sí, son exactamente el mismo. Desgranemos la primera postal y veamos qué pasa.


Vemos que la postal que compran Juan y María en Egipto es la unión mediante un montaje fotográfico de dos postales, la primera nos sirve de recuerdo del record de vuelo que protagonizó el estadounidense Wilbur Wright en Francia, la segunda nos muestran los camellos y conductores de las pirámides.
Es tierno ver como ni tan siquiera la perspectiva de los artilugios voladores coincidían con la de la fotografía sobre la que se montaban, un cutrerío digno del peor imán de nevera, ¡¡ay el mundo souvenir!!

EL TURISMO MASIFICADO

Dejemos barcos y aviones, pongamos los pies en la tierra y volvamos al postureo, a esa foto que cubre un check en nuestros planes de viajes y de vida. Fotos que jamás veremos de nuevo, que jamás imprimiremos y que no llevarán premios de fotografía.

Turistas emulando a las fuerzas especiales de Freezer.

Denigremos nuestras experiencias que deberían de ser enriquecedoras para caer en el meme, ni siquiera buscamos la fuerza visual de Napoleón o Hitler frente a sus "conquistas", simplemente replicamos lo ya visto, repetimos rituales inventados por otro descerebrado antes que nosotros.


Convirtamos en supuestos ritos milenarios, supuestos rituales relacionados con una fe que desconocemos en nuestra infinita ignorancia, pero que encantados repetimos como simples zombies en tours siguiendo a gente con megáfono que nos pastoreen debidamente.

 

Ni cuento nada del sindiós absurdo que originó el tema del Santo dos Croques, somos más tontos y tomamos la sopa con tenedor, por desgracia en cada pueblo hay más de un tonto. Permitidme que ponga la foto de Fidel, otro crack del dolor y la muerte, aunque la foto es en blanco y negro, creedme, aún vestía de verde militar, aún no era un líder comunista con chandal personalizado de una marca textil imperialista, jajajajaja, viejo hipócrita y millonario. Aún no era mainstream, seguía siendo el Fidel "puro" de los primeros discos, siempre tuvo las manos manchadas de sangre, pero aquí aún le quedaban rastros del olor a pólvora.

No hemos involucionado en lo referente al turismo a nivel personal, ojo, por mucho que mucha gente abogue siempre por la decadencia actual en todos los campos, aburriendo siempre con el eterno lema de cualquier tiempo pasado fue mejor, recordemos, cualquier tiempo pasado fue anterior (ni más ni menos). Ojo a lo que viene.


VIAJE Y VIVA UNA EXPERIENCIA "ÚNICA"

Las siguientes fotografías frente a la Esfinge son muy explicativas, algunas repiten casi exactamente el encuadre, nos gusta sentirnos especiales pero caemos siempre en convertirnos en clones, en borregitos felices, colócate en la marca, sonríe y di cheese, patata o saca la lengua haciendo el signo de la victoria hacia abajo, diferentes rituales de países y generaciones diferentes que nos conectan y nos sacan de la tontería de creernos únicos. Viajamos en cruceros que nos recuerdan a Wall-E, vamos a complejos hoteleros bunkerizados, nos ponemos una pulsera ¡y hala! a "conocer" un país vía mojitos, nos bañamos en piscinas y jugamos al golf mientras los habitantes locales sufren restricciones en el suministro de agua, (esto ya pasa a día de hoy en Andalucía o Cataluña), y cómo no, viajamos a lugares de los que o bien no tenemos ni repajolera idea de qué representan y significan, ni nos importa, buscamos sólo la foto, ese check buscado del que hablaba, o simplemente tenemos guías turísticos que por desconocimiento o cualquier otro motivo nos harán conocer una realidad alternativa, en fin, viaja y espera tu turno para tener sitio en el avión, para conseguir tus croisants y demás ultraporocesados en el buffet libre o para poder ver durante dos minutos ese monumento que olvidarás en dos semanas, haz turismo light, sal de casa y distráete un poco, pero sin pasarse. Vete a India y di que te cambió la vida, caigamos en otro topicazo, o vete a Thailandia y que un mal viaje te la cambie de verdad.

Os dejo con las fotos de los abuelos de los Cayetanos, porque sí, antes lo de viajar era un MEGAPRIVILEGIO.

Pónganse en situación, cámaras antiguas y pesadas sobre una base sustentada por patas clavadas en las arenas del desierto egipcio, el fotógrafo metía la cabeza bajo el velo, veía a los turistas victorianos, militares, grandes personalidades... (les mandaría sonreír) y a disparar.


Así año tras año hasta nuestros días, creando bellos recuerdos que se convertirán en esos preciados tesoros que salvar de incendios, que acurrucar en nuestro pecho cuando nos viésemos obligados a huir de nuestros hogares por aquel mundo del siglo XX asolado por la violencia.
La magia innegable de aquellas fotografías en papel se está perdiendo, y de qué manera, con el cambio sufrido con "el digital". Todos tenemos alcance a las fotografías, pero casi nadie sigue dándoles el valor que habían llegado a atesorar al tenerlas impresas en papel.

 
1864 Misión Japonesa  Miembros de la misión japonesa de Ikeda Nagaoki.

1871 El emperador de Brasil Don Pedro II 

1882 Oficiales y hombres del 42.º Regimiento de Infantería (Royal Highland)

1890

1890

1892

Finales del siglo XIX

1900

1900 Los guardiamarinas del primer viaje de la Fragata Sarmiento (Argentina)

1901 Los oficiales y guardiamarinas del segundo viaje de la Fragata Sarmiento (Argentina)

1905

1909

1910

1910 La familia García Iribarne con ropas frescas para combatir el calor de Egipto.

1913 El que fuera dictador mejicano, Porfirio Díaz, posa con su familia durante su exilio. Este personaje gobernó 31 años entre 1876 y 1911. Ojo al hombre subido a la cabeza de la Esfinge, ¿no os recuerda a la gente subida al León Colosal del Pasatiempo?


1914-1929 El soldado Leonard William Mowat, refuerzos 23, sección de señalización, rifles montados de Canterbury.

1917 Enfermeras australianas

1920 El fotógrafo austriaco Rudolf Franz Lehnert

1920 Soldados estadounidenses

1950

1961 El trompetista de jazz estadounidense Louis Armstrong toca la trompeta mientras su esposa escucha sentada









La masificación transforma todos los lugares imaginables en centro  de peregrinación, desde la Catedral de Santiago a la última moda en mi Galicia (el maldito banco más bonito del mundo) todo por la caza de una foto.

Foto del Arquivo do Reino de Galicia.
(Archivo del Reino de Galicia), Xardín de San Carlos s/n 15001 A Coruña.

2000-05-26 (La Voz de Galicia)

Aunque nos cambien al León Colosal del Pasatiempo seguiremos yendo a por la foto sin importarnos qué vemos, sin saber si es el original o una  mierda pinchada en un palo, y es que el bien histórico puede ser sustituido por cartón piedra o un adefesio horrible que iremos igual.

Corre una noticia falsa por redes, en los aeropuertos de Austria o Australia tienen una mesa donde indican qué hacer si has viajado por error al país que no querías, noticia falsa pero buen chiste, sin duda ilustra una realidad que podría existir perfectamente.

EL VANDALISMO


La afluencia masiva a lugares de valor, el turismo de masas, acerca a visitantes cuyo interés y respeto por lo visitado es escaso o nulo, facilita que esa falta de sensibilidad y cariño se transformen en actos de vandalismo. El Pasatiempo lleva décadas sufriéndolos y, como él, muchos otros bienes patrimoniales que sin duda estarían mejor sin estas indeseables visitas.
Sí, el turismo masificado convierte lugares cuya majestuosidad deberían de llevarnos al recogimiento y a pensamientos elevados en lugares donde portarnos como en una rave. Subirse a cualquier rincón, tocar un cuadro, tirar basura a un paraje natural... ¿qué hay en estas cabecitas?, o mejor dicho, ¿qué no hay para no intentar dejar tal cual estaba ese bien de interés que ha visitado para disfrutarlo?, ¿acaso no merecen los visitantes que le sucedan disfrutar del lugar en al menos el mismo estado que se ha encontrado él/ella? Muchos deberían de buscar las palabras empatía y respeto en un diccionario antes de salir de casa.




EL FUTURO

¿El futuro de turismo será al espacio? Sí, quizá para los ricos, los burgueses seguramente nos conformemos con ir a Foz o a los Lagos de Covadonga. ¿Será acaso turismo virtual? ¿Será cosa de la IA? Tendremos recreaciones en realidad aumentada de lugares como el Pasatiempo sin limitarnos a lo que se conserva, si no a lo que sabemos que existió, ampliando el concepto de visita turística, nos expondremos al miedo de que se trate de una mala recreación, pero igual que nos exponemos a malas obras de rehabilitación o a malos guías turísticos, malas guías de viaje... El futuro nos espera y sin duda nos sorprenderá.

¿Veremos a Putin tallado en la Esfinge?

Y Biden ¿es mayor que los creadores de la mole de piedra?

¿Messi sabrá dónde está la Esfinge?

¿Mark Hamill creerá que la Esfinge está en Tatooine?

¿De dónde saca estos rasgos para Pedro Pascal la IA?

Dua Lipa siempre rompedora.

¿Taylor Swift podría construirse su propia Esfinge?

¿Audrey Hepburn es más del cielo que los arquitectos alienígenas que levantaron las pirámides?

Harrison Ford arrasa.

Zendaya en un descanso del rodaje de Dune.

Jajajajaja, me meo con lo que la IA hace con James (Metallica) Hetfield y esas mini esfingitas.

Aznar buscando armas de destrucción masiva y rastros de ETA en el 11M

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