Para comprender bien lo que aquí analizaré es recomendable ver las entradas del blog en donde presento unos mapas del parque, así como el resto de entradas en que he ido desgranando cada rincón del mismo.
Seguimos en el tercer nivel, la inmensa terraza en donde el León Colosal mira impertérrito a oriente. A sus espaldas se elevan una serie de volúmenes construidos con grandes rocas. Estamos ante un elemento claramente novedoso en el parque, forma surrealistas, una más de las inspiraciones gaudianas que domina la parte alta del parque...
(Parte 51) Colosos en piedra.
Quizá estemos ante la influencia de dos viajes diferentes. El de Egipto en 1910, con la magnificencia de las obras faraónicas, y a Barcelona, donde Don Juan conocería la singular obra de Gaudí y, seguramente, la de algún otro autor del genial modernismo catalán.
Fotografía de la familia García Iribarne tomada el 15 de marzo de 1910 frente a la Esfinge de Guiza, detrás se ven parte de las tres pirámides de Guiza, Keops, Kefren y Micerino. Sobre los dromedarios podemos ver, de izquierda a derecha: Juan García Naveira, María Iribarne Lascort y Águeda García Iribarne.
De nuevo, al igual que ocurría con el León Colosal, las dimensiones son exageradamente grandes. Estamos ante figuras que pretenden empequeñecer al público y engrandecer al Pasatiempo. Estamos ante un arte claramente surrealista, las figuras formadas por estas inmensas rocas artificiales son caprichosas, en cada persona genera una visión diferente, muchos podremos coincidir en ver un castillo, pero pocos verán el león que algunos creen ver.
Nos apartamos del clasicismo, del realismo, de obras figurativas que nos muestran una realidad y no otra. Estamos ante obras en las que Don Juan, conscientemente, no podría ser de otra forma, decidió jugar con los visitantes de su Huerta. La gente daría vueltas buscando puntos de vista nuevos desde los que descubrir el significado, siempre existe ese ansia de querer conocer lo que el creador quiso decir con su obra, como si todo tuviera que ir impregnado de mensaje. La gente miraría extrañadas aquellas moles extrañas, diciendo, seguramente, que Don Juan había hecho lo más feo del parque. No me cabe duda de que estamos ante la parte más incomprendida del parque, la más osada al mismo tiempo. Poco más podemos decir de este conjunto de piedra, que cierra el parque ante un nuevo camino que lo divide.
¿Cómo era antes del abandono?
Ninguna fotografía antigua se "fijó" en esta serie de elementos, apenas podemos ver a alguno de ellos como fondo en fotos del León Colosal, y gracias.
Revista Untia
-Carmiña Casado, el Sr. Otero Acevedo y otros distinguidos jóvenes al pie del gigantesco león de cemento.
-Ftas Ksado.
(Fuente: Vida Gallega)
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