Con apenas un año de vida, en la asociación sabíamos lo que es retirar plásticos, maleza, tierra, basura de todo tipo...
Hemos trabajado en el mirador tras el León, en uno de los ciervos y hasta hemos limpiado las dos tumbas antropomórficas medievales que forman parte de las cuevas, por todo el parque. El movimiento ciudadano empujado por una creciente concienciación se apodera cada día más de espacios comunes. Limpiar cauces de ríos, playas, rutas de senderismo, nuestro Pasatiempo, por desgracia, es otra víctima de esta sociedad plástica falta de civismo y educación.
A finales de septiembre, en nuestra enésima quedada contra el paso del tiempo, hemos encontrado preciosos elementos que muchos no habíamos visto jamás. Queremos y debemos compartirlo con vosotras/os. Pocas semanas después llegarían los grafitis en medio parque, la caída del relieve del barco... dejamos esta agradable noticia parada, todo nos parecía negativo, así lo era, así lo es, medio año después, grafitis y derrumbe siguen sin solución.
La zona en cuestión está situada cerca de la “famosa” y peligrosa pasarela, en el extremo norte del parque. Allí tenemos mosaicos en los que se reflejan la Torre de Pisa, la primera locomotora y la Piedra Movediza del Tandil. Este nicho abierto en el muro “vio” como se gastó dinero en la calle vecina que lo mantiene sepultado con intervenciones tan cuestionables como cambios en el diseño de la barandilla, por ejemplo, pero ni un céntimo para el mantenimiento de este tesoro aislado del Pasatiempo. O de sempre.
Durante años hemos visto el estado del nicho y creíamos que era necesario actuar.
En noviembre de 2017 nos acercamos, inspeccionamos un poco el terreno y nuestro detective del patrimonio lo vio claro, ahí debajo tenía que haber algún mosaico.
Vegetación creciendo sin control alguno y el agua de lluvia estancándose, con el peligro de degradación que ello supone para el conjunto, son algunos de sus enemigos.
La grava cayendo durante años, la basura acumulándose y la maleza creciendo en cualquier rendija ayudando enormemente a su deterioro.
Tardamos muchos meses en encontrar hueco y manos suficientes para ayudar. El 30 de septiembre de 2018 allá que nos fuimos. Además de los curiosos elementos de las paredes, mosaicos de canto rodado y conchas, ya podemos contemplar de nuevo el suelo, preciosos y coloridos mosaicos de canto rodado y piedra tallada. Verlos tal como lo hizo Juan García Naveira hace cien años es un placer y nos produce una enorme ilusión. La calidad de la piedra evita que el paso de los años la melle ni le borre sus colores.
A la entrada de este rincón vemos tres sillares de granito que cierran el conjunto, seguidos por una franja de piezas rectangulares de piedra blanca, el mosaico de cantos rodados comienza con una franja transversal dónde podemos leer PASATIEMPO, un elemento central tallado en piedra oscura, un hexágono perfecto, del que salen seis haces de cantos rodados anaranjados. En cuatro de los seis sectores de circunferencia resultantes observamos otros tantos patos, uno formado de nuevo por cantos rodados anaranjados y los otros tres tallados en diferentes tipos de piedra, una grisácea, una con tonos claros y la cabeza colorada y otra roja. Estamos ante el lugar mejor conservado y más colorido de lo que queda de parque, también el más olvidado y menos “mimado”. Ayúdanos a proteger el Pasatiempo y únete en próximas quedadas. Ayudemos a las administraciones y mostrémosles que a la gente de la calle nos importa la Huerta de Don Juan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario